Patricia, mi amor,
mi penélope tejía atardeceres
perseverante desde el alma
con hilos de esperanza y puntadas de dolor
durante eternos años confesionó una manta de colores
tan armoniosa y larga como el arcoiris
amarillas alegrías, anaranjados silencios
verdes soledades, insomnios azulados
fucsias ilusiones, pasiones escarlatas, lágrimas violetas
y hasta grisáceos temores
reflejaba la enorme frazada con la que cada noche cubría el alma de su esposo secuestrado
al otro lado de la ausencia, en la nostálgica intemperie
yo, el Ulises de sus sueños, me abrigaba en sus recuerdos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Sigifredo López, autor de estas palabras en su prueba de supervivencia más reciente, es el ex-diputado que señalan sigue en vida.
Tiene razón, gracias por la aclaración. No pude evitar sentir algo de alegría al darme cuenta que este reencuentro aún puede ser posible. Cambié el título del post.
tão bonito.....
Publicar un comentario