Sus manos escupieron plomos
al fin del mes sería compensado el asesino
mi cuerpo se dejó caer, frágil
quedé mirando los cuerpos de mis tres compañeros
nuestros sueños derramados,
formando un manto – rojo –
la mirada de mi padre, lo que pudo ser
la mirada de mi madre, lo que no fué,
los abuelos...los abuelos. Cuanto dolor.
Mi vida, la única.
al fin del mes sería compensado el asesino
mi cuerpo se dejó caer, frágil
quedé mirando los cuerpos de mis tres compañeros
nuestros sueños derramados,
formando un manto – rojo –
la mirada de mi padre, lo que pudo ser
la mirada de mi madre, lo que no fué,
los abuelos...los abuelos. Cuanto dolor.
Mi vida, la única.
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