Una vez más abro mis ojos, alguien otra vez es acusado y señalado. Cuando se siente amenazada esa estructura ideológica que llamamos paramilitarismo entonces acude al mismo dispositivo que vienen usando con las armas – satanizar a quien demanda cambios en la sociedad, construirlo como enemigo para proceder a su eliminación-, pero lo mas delicado es que ya no la hace únicamente desde las armas sino desde la supuesta “institucionalidad” que da estar investido de un cargo como presidente o ministro. Un referente “institucional” como el que nos gobierna – está lejos de ser un referente ético y político, pues una apuesta por la vida está en el fondo de cualquier estado derecho, y no es negociable. Cualquier fantasía suicida para convertirse en ejemplo público de la injusticia, debe ser descartada de nuestras mentalidades. Un muerto más un muerto menos, no importa a un régimen como el actual, precisamente sobre la muerte está construyendo su proyecto. los muertos somos importantes, pero los vivos tienen un papel fundamental en Colombia. No debe temer quien ya ha optado por una apuesta ética y política por la vida.
sábado, 10 de marzo de 2007
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